Una copa a media noche
"Pero por fuerte que cierre los ojos no puedo huir
de tu mirada que en mi radica. No importa cuán lejos estés o cuán poco sepa de
ti. Hoy, como cada noche, lleno de recuerdos nuestra espera vacía.
Inmersa en el vaivén di mis días espero la
noche que me aguarda. Bajo la tenue luz de la luna apuro mi copa. Si cierto es que
el alcohol no ahoga penas, quizá hoy me ayude a olvidarlas. Ya sea por una
noche, conseguiré huir de tu mirada. Pues es verdad que sana heridas, pero no
un alma rota.
Consumiré así el tiempo que me suplican tus ojos, y quizá
resurja el amor estancado que me mantiene en vela." Exclamó, sin duda, tras la tercera copa.
Kantuke